domingo, 21 de mayo de 2017

Ansiedad construida

No era nada, pero ahí estas.
No pienses en ello, pero no es eludible.
Entonces te pierdes en un mar de predicciones falsas.
Y te convences a ti mismo de que son reales, de que no hay nada en este mundo que pueda cambiarlo.
Que por mucho que hagas, tan solo eres una mota de polvo en un gigantesco mundo.
Y te entra el miedo y la rabia.
Intentas ignorar el nudo en la garganta, tan fuertemente atado que te ahoga (en lágrimas).
Y después explotas.
El pulso se acelera.
Los músculos se tensan.
La respiración se corta.
Cierras los puños y aprietas la mandíbula.
Y por unos instantes sientes que el mundo se te cae encima.

Los amigos del colegio no son amigos

De verdad que creo que lo que ha arruinado mi vida ha sido el móvil.
Y la gente falsa.
A veces me pregunto por qué sigo siendo así, por qué sigo dejándome llevar, dejándome utilizar por gente que no merece la pena.

He crecido
al rededor de unas personas
a las que creia mis amigos.
Por eso ahora
muero y revivo
con cada uno que se va,
con cada mentira


y falsa sonrisa.

viernes, 19 de mayo de 2017

2017

Quién me iba a decir que cuatro años más tarde volvería.
Volvería y me daría cuenta de que todo sigue igual. De que ese sufrimiento quizás fingido era más real de lo que podía imaginar.
Perdóname, por no darme cuenta.
Perdóname por no haber cambiado.
Perdóname por seguir siendo la misma idiota que llora por las esquinas,
pero que luego se pone la careta de super heroína.
2017 ha llegado, cuatro años y más de mil kilómetros me separan de este blog, pero sigo siendo la misma.
"Eres demasiado pequeña para sufrir así" "Menudo dramón, eso se te pasa en unos días".
Y sí, por unos días lo olvidaba, pero ahí seguía en mi interior.
Hace cuatro años tenía más amigos que los dedos de la mano, y aun así pensaba que podía contar con ellos. Cuatro años más tarde, podría decir que alguno me queda, pero no para contar con él, sino para recordar el yo que siempre he sido.
No hay nada que perdonar, salí así y así estoy.

A ti

A ti,
que al final me has hecho darme cuenta
de que soy más yo contigo,
que sin ti
y que tú no eres tú
sin mí.

Tú, te, ti, conmigo:
yo, me, mi, contigo.
Qué lío, ¿no?

Y qué ganas de verme
a mí, conmigo.
Porque puede que hayas sido tú
el que ha hecho que me de cuenta
de que puedo ser yo por yo misma,
pero acompañada de ti.

*Rescatado de otro de mis blogs*

Día de lluvia

Lluvia a través de la ventana,
la ventana que lleva a mi iris de miel.
O la ventana que me aleja de ti.
Que agobio poder verte a través,
y que tu no me mires.

Veinticuatro horas han pasado
que parece esto el océano,
y no por lo azul.
(sin dejar de ser tu, sin que veas que soy yo)

Ojalá pudiese necesitar una fotografía para acordarme de ti
pero no quiero ser lluvia
otra vez.

*Rescatado de otro de mis blogs*